La saga Guardianes de la Galaxia se despide siendo lo mejor de Marvel

James Gunn, después de su sonado despido cortesía de la arqueología twittera y antes de firmar como el gran jefe de DC, retomó su proyecto más famoso y con el que se hizo un nombre en este subgénero de los superhéroes. No cabe duda que la primera entrega de Guardianes de la Galaxia sorprendió por su frescura y originalidad, aspectos que hoy son extremadamente escasos en el Universo Marvel. Una cinta de aventura familiar que funcionaba en todos sus aspectos, con un director que conecta con las audiencias desde un lugar más cercano, menos pomposo y petulante que Taika Waititi y su versión de Thor. 

El volumen 3 de Guardianes de la Galaxia llega cinco años después de la segunda parte, retraso que se explica por el despido con elástico de Gunn por parte de Disney, lo que lo llevó al otro bando y rodar el Escuadrón Suicida. Este paso por la distinguida competencia le permitió obtener mayor libertad creativa para esta tercera parte. Se trata de una película independiente, sin cameos y desvinculada del resto del UCM. Y eso se agradece, mucho. Claro que tiene asociación directa con la secuela y el especial de Navidad rodado por Gunn, pero no es necesario tener en la cabeza treinta películas para entender un chiste.

Rocket es el centro de la historia y su camino es la parte más emocionante del film. Ese relato que solo se intuía en las películas anteriores aquí se muestra de manera explícita y copa gran parte del metraje. Es muy interesante el discurso animalista y ecológico que logra colar Gunn en esta historia galáctica. Ocupa de pronto escenas bastante fuertes de maltrato animal, con un CGI muy realista, que incomoda y perturba. Es una jugada algo sucia por parte de Gunn, pero que le funciona. El espíritu de equipo, la camaradería y la evolución de cada personaje también se desarrollan de gran manera.

Lamentablemente, Guardianes de la Galaxia no escapa del gran mote del Universo Marvel. Su villano no convence, es un malo que a pesar de tener un propósito, no se desarrolla del todo. Sabemos sus motivaciones, no queda claro de donde surgen. El Alto Evolucionador, aunque mejor logrado que otros, es un antagonista funcional que no se gana el respeto (ni el odio) del público. Que repita incansablemente por qué hace lo que hace, tampoco ayuda. 

Otro aspecto negativo: es innecesariamente larga. Hay secuencias que no se entiende porque están ahí y alargan excesivamente la historia. Le sobran entre 30 y 40 minutos, lo que hace que cuando ya se cruza la barrera de las 2 horas 30 se torne cansadora. El cierre es, además, muy apresurado. La película trata de poner en la mesa un inminente destino trágico, sin embargo nunca logra llegar al punto en que efectivamente el espectador piense aquello. El abuso en la manipulación de las emociones deja todo en tablas. 

Gunn logra que la saga de Guardianes de la Galaxia sea la más creativa y diferente del Universo Marvel. Se agradece enormemente que podamos encontrar en su historia temas y propuestas valiosas que no dependen si conectan con otras películas o no. No es genérica, es audaz por momentos y jugada todo el tiempo. Quizás la emoción venga de esa esquina, ya que Marvel y sus fans saben que no podrá contar con otro artista como Gunn y se verá arrinconada a seguir exprimiendo su fórmula.   

Dirección: James Gunn Reparto: Chris Pratt, Zoe Saldana, Karen Gillan, Dave Bautista, Pom Klementieff, Bradley Cooper, Vin Diesel, Sean Gunn, Will Poulter País: Estados Unidos Año: 2023 Género: Acción Guion: James Gunn Duración: 150 min.

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