
Hablar de la carrera de M. Night Shyamalan a estas alturas es innecesario. Uno de los realizadores más reconocidos por la audiencia, que se hizo una fama eterna gracias a tres joyas del terror como Sexta Sentido, El Protegido y Señales. También es de conocimiento masivo como su carrera casi colapsa debido a una seguidilla de fracasos de taquilla y crítica. Después de la Tierra y El último maestro del aire son cintas difíciles de ver, ya que en ellas no encontramos nada del talento que nos entregó en sus primeros años.
Pero gracias a Fragmentado, tuvo una segunda oportunidad en la industria, pero bajo sus términos. Volvió al cine de bajo presupuesto, poco ambicioso en lo económico, pero si en la narrativa. Una etapa no tan exitosa desde el punto de vista crítico como la primera. Pero lo suficientemente consistente para marcar su faceta autoral. Llaman a la Puerta se piensa y se construye bajo esa filosofía. Un film con una trama interesante, con actores reconocidos (más no de renombre) y una puesta en escena austera, a pesar de hablar del fin de los tiempos.
Tomando como base a la novela “La cabaña al final del mundo” escrita por Paul G. Tremblay, esta película co-escrita por Shyamalan, nos presenta el drama familiar de una familia compuesta por la pequeña Wen de siete años y sus dos padres, Eric (Jonathan Grof) y Andrew (Ben Aldridge). En una tarde de vacaciones llegan a su cabaña un grupo de aparentes cultistas liderados por Leonard (Dave Bautista) y les señalan que depende de ellos que el fin del mundo acontezca en las próximas horas.

Casi todo el film ocurre en un espacio reducido, en cuatro paredes, lo que no implica que la historia se sienta grande, importante. Es notable la pericia de Shyamalan para contar una historia desafiante por su volumen con tan pocos elementos. Ya lo había logrado con Los visitantes, esa cinta olvidada de su filmografía que marcó su regreso al cine independiente. También se acerca al estilo de la serie Servant (disponible en Apple TV), de la que es productor ejecutivo y ha dirigido varios episodios clave para establecer el tono de la misma.
Llaman a la Puerta es desafiante, mucho más que sus trabajos recientes. No se debe mal entender esta apreciación, ya que no se trata de un film complejo o existencialista. Por el contrario, su estructura es muy simple y clásica. Es desafiante porque el realizador se la juega por una premisa sobrenatural, que para funcionar dependerá de que el espectador abrace su planteamiento, que toca temas tan terrenales como el odio y la intolerancia hasta el sacrificio físico.
Para llegar a este punto era necesario lograr que la audiencia empatizara con los protagonistas. Otro gran desafío, ya que este es un film sin villanos. No hay un “malo” al que derrotar, tampoco un “héroe” al que levantar en andas. Todo es gris y trata sobre lograr tener fe con el otro, algo que en la vida real es condenadamente difícil tal como está plateada la sociedad occidental, en donde el “yo quiero” prevalece.
Aunque es muy posible que una gran parte del público termine por no enganchar, desde el punto de vista narrativo Shyamalan se sale con la suya. Nos entrega un relato sólido, comprensible y bien ejecutado. Aunque no está a la altura de sus obras cumbre, resulta ser más interesante que Viejos, su anterior cinta que tenía el mismo espíritu, pero no lograba el nivel de complicidad que alcanza al interior de esta cabaña ubicada en el fin del mundo.
Knock at the Cabin. Año: 2023. Director: M. Night Shyamalan. Protagonistas: Dave Bautista, Jonathan Grof, Ben Aldridge, Rupert Grint. Duración: 100 minutos. Distribuidora: Universal Pictures.