El Juego de Molly es una de esas películas que te atrapan desde el primer segundo y no te dejan escapar hasta los créditos finales. Y lo hace de la mejor manera: contando una historia excepcional de una manera convincente.
Es el debut como director de Aaron Sorkin, guionista de larga trayectoria, que destaca por su impecable trabajo a la hora de crear personajes. De su pluma surgieron los guiones de Red Social, Moneyball y Steve Jobs.
Sorkin tiene en su cabeza el relato cinematográfico pregnado. El hombre piensa en cine, por lo que su salto a la silla de director era una evolución natural.
Sin embargo, el resultado es mucho mejor de lo que se podría esperar para un debutante. Al igual que sus guiones, El Juego de Molly -que obviamente también escribe- es apasionante e intensa.
La historia de Molly Bloom ya era atrapante antes de que Sorkin se aventurara con ella. Molly fue la organizadora de juegos de poker clandestinos en donde se apostaban millonarias sumas de dinero y en la que participaban importantes figuras públicas de la política, el espectáculo y los deportes.
Antes de cumplir los 30, Molly, que fue una notable esquiadora que incluso estuvo en el equipo olímpico de USA, era millonaria gracias a las propinas. Pero su estilo de vida tuvo un costo alto en lo personal, mismo que se elevó cuando a su mesa de juego llegó la mafia rusa y todo se puso color de hormiga.
El director toma esta historia, plasmada en el libro de la propia Bloom, y la transforma en un relato cinematográfico cautivador. Y no solo porque está contado de una forma dinámica que la hace entretenida, sino que también porque los personajes están muy bien definidos y logran permear la caparazón del espectador a tal punto que los siente cercanos, logrando que efectivamente se involucre emocionalmente con lo que ocurre en pantalla.
Por supuesto que esto sería imposible sin un ojo infalible para armar un casting perfecto. Jessica Chastain esta maravillosa como Molly Bloom. Es capaz de darnos una interpretación impecable de una mujer divertida, intensa, compleja, orgullosa y querible. Es el alma de la película y solo su actuación es motivo suficiente para verla.
Su co-protagonista es Idris Elba, que interpreta a Charle Jaffey, el abogado defensor que es el único que a pesar de sus dudas, está dispuesto a ayudar a una mujer que enfrenta el juicio público y de la justicia al mismo tiempo. El actor demuestra una vez más un dominio del espacio y las emociones notable, siendo el complemento perfecto para Jessica Chastain ya que a través de su mirada podemos conectar diversos momentos en la vida de Molly, llevando adecuadamente la acción de un momento a otro de forma fluida y creíble.
En un rol menor pero importante como anclaje emocional de la protagonista está Kevin Costner, que asumen el rol de Larry Bloom, el padre de Molly y que juega un papel trascendental en la faceta más rebelde de la protagonista.
En El Juego de Molly cada línea, cada interacción está bien pensada, empujando la trama limpiamente en la dirección correcta, abordando la historia de Molly como un reflejo de un mundo decadente y lleno de avaricia, que es capaz de consumir a cualquiera, incluso a una persona tan brillante como la propia Bloom.
Es también un relato sobre el éxito artificial, aquel que se consigue en base al dinero y la avaricia, pero que se siente vacío e inútil si el precio es la traición a los valores y la familia. El famoso sueño americano alterado y trastocado en una sociedad insensible que perdió la brújula hace rato. Una dualidad que marca a fuego el accionar de Bloom durante todo el film y cuyas razones, en un giro maravilloso, solo se denotan al final de la historia.
El Juego de Molly es una película inteligente, bellamente filmada, bien escrita y con actuaciones notables. Un inicio prometedor para Sorkin tras las cámaras, con un potencial que entusiasma sobremanera.
El Juego de Molly ya está en formato casero (DVD y Blu-Ray) y en descargas digitales.
[…] lo que no quiere decir que no sea buena. En lo personal, disfruté mucho el resultado final de El Juego de Molly. Pero al igual que en esa cinta, en El juicio de los 7, lo que sostiene el metraje es la historia y […]
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