
Super Mario Bros es un éxito taquillero impensado. Nadie dudaba que funcionaría bien en taquilla, pero pocos anticipaban que arrasara de la forma en la que lo está haciendo. Pero más allá de los números, la cinta marca un nuevo precedente en la narrativa que, desde los 80, ha separado a la crítica y la audiencia. En simple: película que no convence a los críticos especializados (no hablamos de youtubers que casi siempre no tienen idea de lo que hablan), usualmente triunfa con el público.
Al analizar los estrenos del año pasado, el público en general lo calificó como uno de los mejores años, cinematográficamente hablando. Por otro lado, los críticos sentenciaron todo lo contrario: fue uno de los peores. Lucas Shaw, el periodista cultural de Bloomberg, acudió a los datos de Rotten Tomatoes, Metacritic e IMDb para determinar si el 2022 fue anormal en ese sentido. Lo cierto es que no lo fue.

El 2022 el público dio valoraciones más altas que los críticos a las diez películas más importantes del año. Por ejemplo, la calificación media de la audiencia para Jurassic World Dominion en Rotten Tomatoes e IMDb es de 67 mientras que la de los críticos es de 34. Una diferencia de 33 puntos. Las audiencias le dieron a las diez cintas más taquilleras una valoración media de más de 19 puntos más que los críticos, con mucho, la mayor diferencia de este siglo. Los únicos dos films en el que coinciden fueron Top Gun: Maverick y The Batman.
Si volvemos la vista atrás, según los datos de Lucas Shaw, sólo se registra un año en el que a los críticos les gustaron más los éxitos de taquilla que al público: el 2005. Entonces dieron calificaciones más altas a más de la mitad de las películas estrenadas, entre las que se encontraban las míticas King Kong, La guerra de los mundos o Charlie y la fábrica de chocolate. Ese año, para tener una referencia, solo se estrenó una película de “superhéroes, que fue Batman Begins.

El consultor especializado Stephen Follows, construyó una base de datos de 10.449 películas estrenadas en cines de EEUU entre 2000 y 2019 y recopiló datos sobre sus Metascores y las puntuaciones de IMDB. El resultado fue que las películas de acción, suspense y ciencia ficción “complacen” a la multitud. Por el contrario, los westerns, las películas históricas y los documentales son los favoritos de la crítica. Esto significa que un mayor porcentaje de las películas en los cines están dentro de los géneros en los que las audiencias y los críticos a menudo no están de acuerdo.
¿La crítica siempre tiene la razón? La verdad es que no. Clásicos como El Resplandor no fueron bien recibidas en su momento, sin embargo con el tiempo lograron el estatus de clásicos y son objetos de estudio. Pero lo cierto es que estos casos, si bien son llamativos, no son la norma.
Otra pregunta para cerrar: ¿vale la pena enfrascarse en esta discusión? La respuesta también es negativa. Cintas como Super Mario Bros tienen el objetivo de agradar a la gente, a las personas que pagan su entrada y consumen los productos asociados. Una baja valoración de la crítica no los afecta mayormente. Si bien un sector importante del público escucha la crítica, en tiempos de redes sociales y del algoritmo que tiene a la mayoría atrapados en una burbuja, la verdad es que tienden a escuchar aquellas opiniones que se adaptan mejor a su forma de pensar.

Los gustos son de cada quien, no hay duda. El problema puede ser, más allá de la división entre crítica y público, que éste último finalmente este marcando una serie de producciones mediocres que terminan aburriéndolos incluso a ellos y ponen en jaque a la industria.
Sobre el éxito de Super Mario Bros, tras analizar los datos queda claro porqué ocurre: un film simple, entretenido, que apunta a toda la familia y sobre todo está lleno de nostalgia y referencias a una franquicia adorada por el público.
Fuentes del artículo:
https://www.rottentomatoes.com/m/the_super_mario_bros_movie