
Hoy 29 de junio HBO MAX llegó a Latinoamérica. Su oferta programática incluye la amplia biblioteca de Warner, dueña de DC Comics. Y si bien la posibilidad de ver La Liga de la Justicia de Zack Snyder puede robarse las miradas de los nuevos usuarios, para quienes gustamos de los clásicos es irresistible tener de nuevo acceso a las cintas clásicas de Superman. Específicamente las dos primeras, ya que a partir de la tercera el espíritu se perdió.
Antes de Superman: The Movie no había nada. Podemos decir que fue el big bang del género que hoy abunda y es el principal sustento económico de Hollywood. Pero hace 44 años, solo los productores Alexander e Ilya Salkind (padre e hijo) pensaban que llevar a un personaje de historietas a la pantalla grande podría ser un éxito comercial. Ambos tenían un nombre ganado en la meca del cine gracias a su adaptación del clásico Los Tres Mosqueteros. Su siguiente proyecto era llevar a la pantalla al héroe más reconocido en el planeta.

Su visión era replicar el éxito alcanzado por la versión televisiva de Batman, protagonizada por Adam West y que se emitió durante tres temporadas a finales de los 60. Lo que querían los Salkind era un film con mucho humor y para toda la familia. Reportes de la época indican que su idea era parodiar a la historieta. Con eso en mente, comenzaron la búsqueda de un director que fuera capaz de plasmar aquello.
Richard Donner era un director sin mayor experiencia en la gran industria. Su gran éxito era la película de terror La Profecía. Aceptó el trabajo, pero al poco andar comenzó a discrepar de la visión de los Salkind. Donner quería una película seria, que hiciera honor al personaje, que lo enalteciera como una de las más importantes creaciones de ficción del Siglo XX. No reírse de él. Y con ello en mente, inició el casting y a conformar su equipo.
Escogió a Christopher Reeve para el rol de Superman/Clark Kent. Optó por un actor desconocido por sobre estrellas como Burt Reynolds que querían ser parte del rodaje. Pero sentía que requería un rostro fresco, que impactara a la audiencia. Margot Kidder venía del cine independiente, y fue la pareja perfecta para Reeve, tal como quedó demostrado en esta prueba de cámara:
Las verdaderas estrellas del film eran dos pesos pesados de Hollywood. Gene Hackman, ganador del Oscar por Contacto en Francia, aceptó el rol del enemigo jurado del azuloso. Fue un Lex Luthor manipulador, maquiavélico, pero también muy gracioso, quizás cediendo a las peticiones de los Salkind.
Pero el primer nombre de la marquesina, el más brillante, estaba reservado para Marlon Brando. El mejor actor de todos los tiempos encarnó a Jor-El, el padre kriptoniano de Superman. El pago más suculento en la historia de la industria fue a parar a sus manos por poco más de ocho días de trabajo. A pesar de sus constantes retrasos y su desgano, Brando ofreció una actuación impecable que no solo dio soporte narrativo al film, sino que la credibilidad suficiente para atraer al público.

John Williams se puso tras la batuta y compuso otro de sus temas icónicos y épicos. De hecho, no existe otra partitura del género de superhéroes más reconocible que la de Superman.
Finalmente el estreno se produjo el año 1978 y el éxito fue absoluto. Tanto de crítica como de público. La versión de Donner probó ser la correcta, por sobre las intenciones iniciales de los Salkind. Superman:The Movie recaudó más de 100 millones de dólares de la época solo en Estados Unidos, cerca de 530 millones en dinero actual. Y era apenas la primera mordida de la torta, ya que el director estaba filmando de forma paralela Superman II, marcando también un precedente en materia de producción cinematográfica.
Sin embargo, los Salkind no estaban contentos. Increíblemente, aprovecharon un descanso en las filmaciones de Superman II para despedirlo. Aun querían su versión graciosa, y contrataron a Richard Lester para terminar el film, realizador responsable de A Hard Day’s Night con Los Beatles.

El conflicto entre el realizador y los productores tuvo grandes consecuencias en la industria. Se consideró que la actitud de los Salkind fue abusiva, lo que motivó las renuncias de Gene Hackman y de John Williams. Marlon Brando, en cambio, no aceptó que se usara el metraje que había filmado para Superman II si no le pagaban un adicional, ya que las condiciones de la producción habían cambiado. Los Salkind ya tenían suficientes problemas y no accedieron a la petición del actor, reemplazando sus escenas con Sussanah York como la madre del protagonista.
Lester tuvo que filmar nuevamente gran parte de la cinta, para que los créditos de director fueran a parar a sus manos. De hecho, para que se reconozca la autoría de un realizador sobre una película, se debe acreditar que filmó por sobre el 70% del metraje final.
Así surgieron las escenas de la Torre Eiffel en Paris, que no estaban en el guión original. También parte de la fuga de Lex Luthor de la cárcel, pero con un doble de cuerpo y de voz. Todo el metraje con Hackman, en efecto, fue filmado por Donner. Finalmente la versión de Donner vio la luz y hoy es posible apreciarla en HBO MAX.

Más allá de los problemas tras la cámara, Superman II se transformó en una muy buena secuela. Llegó en 1981 y fue un éxito al igual que su predecesora, dando fuerza al estilo que querían imponer los Salkind y que quisieron replicar en Superman III. Kidder, aún molesta con los Salkind, solo retornó para un cameo sin importancia. El villano fue reemplazado por una copia barata de Lex Luthor encarnado por Robert Vaughn y se incluyó como co-protagonista al comediante Richard Pryor en un rol insufrible como un programador de computadoras que creaba un ordenador capaz de matar al hombre de acero.
A pesar de contar con una escena sublime en que un poseído Superman se enfrenta a su alter ego Clark Kent, el film fue duramente criticado por su humor lleno de gags sin sentido. La sobreactuación de Pryor tampoco ayudó al resultado final. Superman III llegó a las salas el año 1983 y no recaudó ni la mitad de sus antecesoras.
Fue prácticamente el fin de la saga. Los Salkind abandonaron la franquicia, que fue retomada el año 1987 por Yoram Globus y Menahem Golan y su productora Canon Group, reconocida por ser una empresa de clase b, con éxitos menores como Desaparecidos en Acción de Chuck Norris.
Superman IV: En Busca de la Paz trajo de vuelta a Margot Kidder y Gene Hackman al elenco, sin embargo contaba con un presupuesto tan exiguo que no se alcanzó a terminar la película. Se editó con lo que se alcanzó a filmar y el resultado es desastroso.

Ese fue el triste final de la saga iniciada el año 1978 por Richard Donner. Pero en el contexto general, lo cierto es que la influencia y el legado de su versión de Superman son perceptibles hasta el día de hoy. Las primeras películas de Iron Man, Thor y el Capitán América, solo por nombrar algunos de los personajes de la vereda del frente, siguen casi al pie de la letra la estructura presentada por el realizador hace ya cuarenta años.
Por ello larga vida al Superman de Richard Donner. Y por supuesto al recuerdo de Christopher Reeve y Margot Kidder, quienes juntos nos enamoraron y nos hicieron creer que el hombre si podía volar.
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