Stephen King es el autor de moda…desde los 80. Ya se pierde la cuenta a la hora de enumerar todas las adaptaciones cinematográficas y televisivas que beben de sus numerosas novelas. Netflix por supuesto se ha sumado a este tren en su esfuerzo por generar cada vez con mayor fuerza contenido propio. Después de estrenar la muy interesante El Juego de Gerald y la menos afortunada 1922 -ambas en 2017-, la plataforma entrega a sus usuarios el film En la hierba alta, basándose en la novela homónima escrita por Stephen y su hijo, Joe Hill.
La cinta es dirigida por Vincenzo Natali, conocido principalmente por ser el responsable de llevar al cine Cube en 1997, película que presenta muchos puntos convergentes con esta adaptación. En la hierba alta es un relato que reúne a un set de personajes que por diversos motivos se adentran en una pila de hierba, que tal como menciona el título destaca por su altura, que es capaz de evitar toda visión del entorno para quienes se sumergen en ella. En términos simples, si entras solo vez hierba. Pero estamos hablando de King y es evidente que hay algo bastante malo en el verdor.
Todo se pone extraño cuando se percatan que la plantación no solo los mueve aleatoriamente en el espacio, sino que también en el tiempo. La angustia se va apoderando de los desafortunados que ingresan a la plantación, cosa que empeora cuando se encuentran con una familia que también está atrapada y cuyo comportamiento está muy lejos de ser normal.
Natali disfruta al torturar a sus protagonistas. Tal como lo hace en Cube, los atrapa en espacios pequeños y asfixiantes, poniendo a prueba su cordura y resistencia. Su objetivo es transmitir esa misma sensación de claustrofobia en el espectador, cosa que logra una vez que pone todas las piezas en orden. Los mejores momentos de En la hierba alta se encuentran al finalizar el primer acto y el inicio del segundo, que es cuando comienza a jugar con el tiempo y el espacio de manera más efectiva.
Lamentablemente el realizador no logra mantener su buen oficio hasta el final. Cuando finalmente la película captura el interés, comienza una caída en picada que no para hasta el final. Lo más interesante viene de lo desconocido, de la falta de explicaciones ante el fenómeno que enfrentan los protagonistas. La presentación y desarrollo de los personajes es simple y justa para que la historia enganche, pero todo se desvanece cuando la historia se transforma en un relato convencional de horror en que la maldad desconocida toma una forma terrenal.
Es la misma lógica que uso en Cube, pero el resultado es mucho menos satisfactorio. La premisa inicial y los puntos interesantes del relato se pierden tan rápidamente como sus protagónicos sucumben a la hierba alta. Y como la narrativa pierde ritmo y elegancia, se comienza a extrañar un mejor desarrollo de personajes. Las costuras del film se hacen notorias y los últimos veinte minutos se hacen predecibles, pesados y poco llamativos.
Técnicamente el film cumple, en un visionada en alta definición muestra una fotografía simple pero limpia. La banda sonora acompaña sin destacar y las actuaciones, entendiendo la poca exigencia del guión, están en regla. El problema es, claramente, las opciones creativas de un realizador que más que adaptar la novela de King y Hill trató de hacer un remake de su obra más reconocida.
A pesar de esto, En la hierba alta funciona como entretenimiento de rápido consumo. Lo que termina molestando es que la premisa prometía algo más que eso.
Ficha técnica
Dirección:Vincenzo Natali
Producción: Steve Hoban,Jimmy Miller,M. Riley
Guion:Vincenzo Natali, basada en En la hierba alta
Protagonistas: Patrick Wilson, Harrison Gilbertson,Rachel Wilson,Laysla De Oliveira,Tiffany Helm,Will Buie Jr,Avery Whitted
Duración: 101 minutos