Andrés Wood es el director chileno más relevante de las últimas décadas. Su más reciente película, Araña, es la confirmación definitiva de aquello. Un film potente, de cuidada narrativa, un relato contemporáneo que llega en el momento preciso en que los odios y los fanatismos fascistas resurgen en Chile y el mundo.

Araña es la historia de un romance bastante torcido y perverso, que se desarrolla en medio del surgimiento del movimiento Patria y Libertad en la década de los 70. Esta agrupación, con iconografía y métodos que son muy similares a la maquinaria Nazi, estaba compuesta mayoritariamente por jóvenes de la alta sociedad chilena que buscaban derrocar al gobierno de Salvador Allende y acabar con los marxistas.

Wood nos trae la historia del triángulo amoroso entre Inés y Justo, una típica pareja conservadora que hasta el día de hoy es la norma en las clases más acomodadas del país, en la que Gerardo irrumpe como un elemento discordante. Este último vuelve décadas después a un Chile en que el odio al distinto resurge, esta vez teniendo a los inmigrantes como objetivo primordial.

La película es desoladora, ya que refleja con bastante pericia el momento actual de una nación que al parecer no aprende nada de su historia. Las similitudes entre el ambiente de los 70, que propicia el golpe de estado y la dictadura de Pinochet, con lo que ocurre hoy son evidentes. Inés y Justo, respetados y directores de grandes empresas siguen estando en el tope de la cadena alimenticia, avalados y protegidos por un sistema que incluye a los medios de comunicación. Gerardo, el outsider, sigue siendo un extremista de derecha a pesar de que sigue moviéndose en el estrato bajo de la sociedad.

Como un buen cronista, Wood asume una distancia emocional con la historia que cuenta. Detallista, el director construye un relato que por momentos se siente frío, a pesar del vendaval emocional por el que pasan los personajes, tanto en los 70 como en el siglo XXI. En este apartado el trabajo de los actores es muy importante, porque son ellos los que cargan en definitiva con el factor emocional. Todo lo que dicen, y sobre todo lo que no dicen, transmite lo que sienten y piensan. La actriz argentina Mercedes Morán, que encarna a la Inés del presente, hace una interpretación notable. Un retrato de la clase conservadora chilena tan realista que es increíble pensar que sea una profesional extranjera.

No es fácil ver Araña sin quedar desolado. El Chile retratado no gusta y sobre todo preocupa. Pero no es una fantasía, basta leer los diarios o sufrir viendo las opiniones en redes sociales para darnos cuenta que aquí no hay nada inventado. Es preocupante como los odios rancios no se extinguen y muy por el contrario, siguen estando presentes en los grupos más poderosos.

Araña es una de las películas más importantes del año y puede que sea el mejor estreno en cines nacionales del 2019. Provocadora, realista, con una producción de primer nivel. Bien por Andrés Wood, cuya obra ya podemos calificar como cine de autor por su reconocible marca artística. Un film imperdible.

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FICHA TÉCNICA

Dirigida por: Andrés Wood
Guion: Guillermo Calderón
Duración: 120 minutos.
Elenco: Mercedes Morán, María Valverde , Marcelo Alonso , Pedro Fontaine , Gabriel Urzúa , Felipe Armas, Caio Blat, María Gracia Omegna, Mario Horton, Sergio Piña, Jaime Vadell, Paulo Brunetti
Casa productora: Bossa Nova Films (Brasil), Magma Cine (Argentina), Wood Producciones S.A
Producción general: Constanza Aragay
Asistente de dirección: Julio Jorquera
Dirección de fotografía: Miguel Ioan Littin
Montaje: Andrea Chignoli
Dirección de arte: Macarena Silva
Música: Antonio Pinto