The Boys es un cómic de autor escrito por Garth Ennis y dibujado por Darick Robertson. Su propuesta consiste en mostrarnos un mundo en donde los superhéroes existen. Sin embargo, la mayoría de ellos están corrompidos a causa de su estatus de celebridades y a menudo muestran una conducta temeraria y despreciativa hacia la gente normal. Adaptar una propuesta de este tipo, en un mercado controlado por Disney que empuja a la audiencia a aceptar tan solo una forma de narrativa del sub género, era un riesgo enorme. Pero el showrunner Eric Kripke convenció a Amazon Prime de llevar a la pantalla chicha una serie que sorprende, y para bien, desde el primer minuto.
No es una adaptación al pie de la letra, ya que incluso con toda la libertad creativa que ofrece la plataforma de streaming, The Boys es sin duda uno de los cómics más pasados de rosca de todos los tiempos. En sus páginas podrán ver a un héroe obsesionado con tener sexo con un asteroide, otro enamorado de un delfín, sin contar la constante explosión de vísceras que adornan gran parte de sus páginas. Una pasada son límites que va en contra de todo lo que el público masivo hoy compra como un universo superhéroico. ¿Un Superman psicópata y acosador sexual que usa su visión de calor para hacer estallar al enemigo solo porque lo miró feo? Aquí tienen a Homelander ¿Un Aquaman degenerado que tiene más que simpatía por los delfines? Les presento a The Deep ¿Un flash drogadicto que al correr puede dejarte estampado en la pared solo porque no te vio? Saluden a A-Train.
La serie no es un calco exacto del cómic, pero mantiene su esencia gamberra. En los primeros minutos vemos como un A-Train arriba de la pelota literamente hace estallar en una lluvia de sangre y tripas, dignas de un Fatality, a la novia de Hughie Campbell (Jack Quaid), que solo se queda parado viendo como los restos de su amada caen sobre su cara. la respuesta de A-Train es “lo siento viejo, no puedo parar”. Con ese inicio Kripke presenta nos sitúa rápidamente en un mundo donde los héroes son los influencers definitivos, contratados por una corporación que no solo controla sus acciones, sino que obtiene sustanciosas ganancias con ellos. De ahí su interés por tapar estos daños colaterales, impidiendo que sus acciones o likes bajen.
Hughie es contactado por Billy Butcher (Karl Urban), un salvaje agente que reúne a “los chicos” para buscar venganza contra los falsos ídolos y la corporación que los controla. Una trama que crece y se profundiza con el correr de los ocho episodios, en donde Kripke se guarda muy poco. The Boys es una feroz sátira contra los superhéroes y el capitalismo, precisamente en un momento en que gran parte de estas creaciones son controladas por una corporación todo poderosa al menos en lo creativo. Las múltiples lecturas que otorga a la historia de Kripke – conocido principamente por la serie Supernatural- son la principal razón por la que esta primera temporada es tan sólida en su propuesta.
La diversidad de personajes es otro punto a favor. Tenemos polos opuestos en Butcher y la joven Starlight (Erin Moriarty), la más reciente incorporación de Los Siete – los Avengers de este mundo-. Uno sin esperanza y que busca solo venganza, mientras que ella a pesar de que la primera acción que le solicitan al ingresar al grupo es una sesión de sexo oral con The Deep, mantiene en alto la esperanza de hacer la diferencia en un mundo que parece filtrado por Instagram. Con los filtros se ve hermoso, pero sin ellos no queda mucho que admirar. El resto del elenco funciona perfecto en sus roles, con Elisabeth Shue como quien controla la división superhéroes de la corporación y Anthony Starr como Homelander, el Superman de esta época que tiene cero empatía por la humanidad y hace lo que quiere, cuando quiere.
Karl Urban nos da una de las mejores interpretaciones de su larga carrera, misma que lo ha llevado a ser parte de los elencos de Star Trek, el Señor de Los Anillos y Thor Ragnarok. Erin Moriarty es la revelación con el rol quizás más complejo de la serie. Starr brilla como el anti héroe disfrazado de mesiánico salvador y sin duda tiene a su cargo las escenas más hardcore en la serie, algunas dejando helado al espectador por lo inesperadas y crueles que pueden llegar a ser.
La serie tiene las limitaciones propias del medio: no puede (posiblemente tampoco quiere) entrar en las avalanchas de caricatura y ultraviolencia del original, pero eso no le hace perder impulso. De hecho, potencia la crítica al sistema, con una sátira anticapitalista desarrollada dentro del sistema, para una plataforma como Amazon cuyos tentáculos se extienden también por todas partes. Y eso tiene mucho de punk.
The Boys es un imperdible de este 2019. Ya disponible completa en Amazon Prime.