Este fin de semana se presento el nuevo adelanto de Star Wars: The Rise of Skywalker. El trailer es un fan service gigantesco que en los últimos segundos juega con las expectativas de la audiencia anticipando un gran giro de la trama. Algo muy al estilo de J.J. Abrams. Y aquellos que conocemos la trayectoria del director, también sabemos que no siempre cumple con lo que promete.
El asunto es que después de ver este nuevo trailer, la sensación de que Disney ya no solo está pidiendo disculpas públicas por lo acontecido con The Last Jedi, ahora está pidiendo perdón de rodillas. Cosa que en lo personal me da mala espina, ya que en el esfuerzo por dejar contento al “fan” (no el de verdad, por supuesto), el producto a presentar puede ser muy condescendiente. De hecho, todo este segundo trailer no es más que un gigantesco fanservice:
Como hay poquito que agregar, me permito repostear la impresión que me dejó el primer teaser, misma que no ha cambiado nada y que por el contrario, se confirma. A continuación, la nota original:
2019 es el año en el que llegan a su fin una serie de sagas emblemáticas en el cine y la televisión. Este domingo comienza la temporada de cierre de Juego de Tronos y en dos semanas más se estrena la última película de Avengers, que cierra el ciclo que Marvel ha bautizado como La Saga del Infinito. Sin embargo es el cierre de Star Wars, con el Episodio IX titulado The Rise of Skywalker, el más importante al poner punto final a la saga cinematográfica y de fantasía más influyente y conocida del planeta.
En el marco de la Convención de Star Wars en Chicago, esta mañana se dio a conocer el primer teaser de la novena cinta, misma que trae de vuelta a J.J. Abrahams a la silla de director. Mientras George Lucas se tomó casi una década para concretar las anteriores trilogías, Disney y Lucasfilm apenas tardaron cinco. Lejos del cine de autor que la caracterizó en su época dorada, la tercera trilogía fue conceptualizada como una obra serializada comercial, que requería de una fluidez programática para mantenerse viva en un público dominado por centenials y millenials poco tolerantes a la frustración y nada amigos de la paciencia.
El resultado es cuestionable desde el punto de vista artístico. The Force Awakens es efectiva en traer de vuelta la magia del universo creado por Lucas, pero valiéndose de la nostalgia en exceso dando vida a un verdadero remake de la película original. The Last Jedi en cambio despertó al fan más tóxico, que odió o amó a la película de Rian Johnson por razones que no tenían nada que ver con el producto final, un film comercial con altos y bajos pero que en el contexto actual cumple bastante bien.
Así llegamos al Episodio IX y un teaser que despierta interés, levanta el entusiasmo a montones, pero que da señales que se trata de una bandera blanca por parte de Lucasfilm a la horda de fanáticos molestos con The Last Jedi, los mimos que le dieron la espalda al spin off de Han Solo y acabaron con la política de las películas satélites y enterraron toda la intención de Bob Iger, mandamás de Disney, de transformar a la saga en una nueva Marvel Studios.
Por supuesto lo que muestra el adelanto no busca más que vender y convencernos, una vez más, de que Star Wars no ha muerto. Rey con el sable de Luke, la voz del Jedi caído, el Halcón Milenario una vez más surcando el espacio con su dueño original, Kylo Ren otra vez con la máscara. Y la gran sorpresa del teaser: la risa diabólica del emperador Palpatine, el que vimos morir a manos de Darth Vader en The Return of the Jedi. En esos dos escasos minutos podemos encontrar toda la filosofía de la Star Wars de la era Disney: queremos dejarlos contentos a todos.
Es casi como que Lucasfilm estuviera pidiendo perdón por las cosas que no gustaron de la última entrega, pidiendo disculpas por no entender que la saga galáctica no es Marvel y no se maneja por los mismos códigos, rogando para que el público no olvide porque esta saga es tan amada. Aunque en mi humilde opinión, los únicos que olvidaron eso son precisamente los ejecutivos de Disney.
Al analizar en detalle el adelanto y sobre todo el nombre me surge el temor de que podríamos estar, una vez más, ante un remake. Todo tiene un tufillo a que veremos de nuevo la estructura dramática de The Return of the Jedi, tal como The Force Awakens lo hizo con A New Hope. ¿Qué Skywalker se levantará? Solo queda uno, y ese es Kylo Ren/Ben Solo. ¿Este será el episodio en dónde logra la redención y abraza la luz, tal como su abuelo Anakin Skywalker lo hace al lanzar al emperador a las entrañas de la segunda Estrella de la Muerte?
No me agrada pensar en aquello, pero es factible. También está la posibilidad de anular el origen de Rey y transformarla ahora sí en una Skywalker, idea aún más atroz que la mencionada en el párrafo anterior. No me desagrada que Palpatine vuelva para cerrar el círculo, después de todo siempre ha sido La Amenaza Fantasma de la saga. El conspirador supremo, presente desde la misma concepción de Anakin. Lo que es peligroso que su retorno se deba a que no existe un villano de peso en esta tercera trilogía.
Serán largos meses antes de saber que nos tiene preparado J.J. Abrahams y los ejecutivos de Disney, quienes son los verdaderos realizadores de la saga luego de que George se cansó de tanto troll y decidió deshacerse de ella. Estoy seguro de que no será el cierre adecuado para una fantasía que brilló como una supernova en los ’70 y ’80, mismo fulgor que se ha ido extinguiendo incluso en los más incondicionales. Me refiero a ese fan que de verdad ama la obra cinematográfica de Lucas y la siente importante, relevante, más allá de la ñoñería propia que despierta hoy.
Pero al fin y al cabo será un cierre y marcará lo que parece un largo receso, y eso es probablemente lo mejor antes de que la ambición de Disney termine por destruir el legado incluso de las películas clásicas.
[…] me he declarado un fanático de Star Wars, para bien y para mal. Pero soy fan de la obra. Lo mismo pasa con aquellos que siguen las aventuras […]
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[…] efecto, la rebautizada Alien no tenía nada parecido a Star Wars, más allá del viaje en el espacio y el concepto de futuro sucio o usado creado por Lucas, mismo […]
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Reblogged this on Me Gusta el Cine .
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Me encantó el análisis y comparto mucho de lo mencionas.
En lo personal, sí me gustó el Episodio VIII (salvo por el desperdicio de Snoke que prometía bastante).
Supongo que tenía que ver con como percibí desde un inicio esta trilogía, pues mientras muchos perdieron la cabeza cuando anunciaron el Episodio VII, mi postura fue mucho más distante.
Como era lógico, gran parte del fandom creyó que esta trilogía vendría cerrar la gloriosa historia original y en un principio así fue (o al menos apuntaba a que así sería).
El problema vino con el episodio VIII y la cuestionable decisión de poner un director en cada película (que al final descartaron). Es claro que la intención de Johnson nunca fue continuar la misma historia, sino empezar una nueva.
El asunto es que fui al cine esperando otro remake y en cambio me topé con una visión totalmente nueva de lo que significa Star Wars. Diferente, pero a la vez realista y refrescante.
Para bien o para mal, Abrams ha vuelto para (aparentemente) dejar todo como estaba.
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[…] calidad de nuestra querida saga galáctica. Si somos tan críticos con las precuelas y la nueva era Disney es debido a que siempre queremos que la obra alcance o se acerque a la calidad de los films […]
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