
La obra de Stephen King es, sin duda, la más adaptada al cine. Casi todos sus títulos importantes han llegado a la pantalla grande, con resultados dispares. Sin embargo, la mayoría de esas adaptaciones han insistido en su veta de horror, dejando de lado otras dimensiones del autor: su sensibilidad por los vínculos humanos, la pérdida, el tiempo y la nostalgia. Solo algunas películas escapan de esa tendencia —Sueños de fuga y Milagros inesperados son los ejemplos más recordados—, ambas bajo la dirección de Frank Darabont, quien entendió que el corazón de King no late en el terror, sino en la humanidad de sus personajes.
En ese mismo camino, Mike Flanagan parece haber encontrado su lugar. Primero lo demostró con sus series para Netflix, que eran homenajes sofisticados al espíritu de King. Luego, con Doctor Sueño, su primera colaboración cinematográfica directa, no logró resolver la tensión entre la visión del escritor y la de Stanley Kubrick. Con La vida de Chuck, en cambio, llega una obra mucho más personal, honesta y emocionalmente madura.
Basada en el relato homónimo incluido en If It Bleeds (2020), La vida de Chuck abandona el horror explícito para internarse en un territorio más íntimo. Se trata de una historia que, aunque rozada por lo sobrenatural, prefiere hablar de lo cotidiano: de cómo la vida se compone de gestos pequeños, encuentros efímeros y memorias que, al unirse, construyen el sentido de nuestra existencia. La sinopsis oficial lo resume como “la extraordinaria historia de un hombre ordinario”, y esa es la clave: no hay monstruos, sino emociones; no hay maldiciones, sino recuerdos.
Flanagan propone un relato que se construye en fragmentos, explorando distintas etapas en la vida de su protagonista, Chuck Krantz, interpretado por Tom Hiddleston con una serenidad contenida y una calidez profundamente humana. El director evita los golpes de efecto y apuesta por la observación pausada: un baile público, una enseñanza del abuelo, una puerta prohibida, un cielo que se apaga lentamente. Todo se entrelaza en una atmósfera melancólica pero luminosa, donde lo cotidiano adquiere el peso simbólico de lo trascendente.

El reparto coral —que incluye a Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Mark Hamill y Mia Sara— sostiene esa estructura emocional. Cada personaje representa una etapa, un recuerdo o una lección que acompaña a Chuck en su tránsito por la vida. Flanagan logra que esas presencias no funcionen como apariciones episódicas, sino como piezas de una memoria colectiva que se articula con ternura y cierta dosis de humor.
En lo visual, La vida de Chuck es fiel al estilo del director: una fotografía envolvente, una musicalidad constante y una puesta en escena que combina lo real con lo onírico. Eben Bolter, en la dirección de fotografía, y The Newton Brothers, en la música, refuerzan esa sensación de calma y extrañeza. Hay una belleza particular en la manera en que el film retrata lo inminente —ese universo que parece apagarse de a poco—, sin dramatismo ni desesperación, sino como una aceptación serena de lo inevitable.
Más allá de su tono melancólico, el mensaje es esperanzador. Flanagan consigue transformar un cuento breve en una meditación sobre la existencia: todas las vidas, incluso las más comunes, encierran un sentido y una huella. La vida de Chuck es, en ese sentido, una película que dialoga más con la filosofía que con el terror. Su ritmo contenido puede parecer pausado, pero lo que ofrece a cambio es una experiencia emocional y reflexiva, una invitación a detenerse y mirar el valor de lo que se tiene antes de que desaparezca.
En un panorama saturado de adaptaciones literarias que se quedan en la superficie, esta cinta destaca por su equilibrio entre emoción, forma y respeto por la obra original. Flanagan confirma que su lectura de King no pasa por los sustos, sino por la compasión. Con La vida de Chuck, logra lo que pocos directores han hecho: recordarnos que, a veces, lo más extraordinario ocurre en las vidas más corrientes.

Ficha técnica
Título original: The Life of Chuck (2024)
Dirección y guion: Mike Flanagan
Basada en el relato de: Stephen King (If It Bleeds, 2020)
Reparto: Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Mark Hamill, Mia Sara, Benjamin Pajak, Jacob Tremblay
Fotografía: Eben Bolter
Música: The Newton Brothers
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Género: Drama / Fantasía