El cine biográfico musical ha experimentado un auge en los últimos años, con producciones que, aunque exitosas en taquilla, suelen optar por enfoques convencionales y complacientes hacia sus protagonistas. Películas como “Bohemian Rhapsody” y “Rocketman” han seguido esta línea, ofreciendo narrativas lineales y poco arriesgadas. Sin embargo, “Better Man”, la biografía de Robbie Williams dirigida por Michael Gracey, se atreve a romper estos moldes, presentando una propuesta innovadora y profundamente introspectiva que, lamentablemente, no ha sido suficientemente valorada por el público.
“Better Man” se basa en la historia real del meteórico ascenso, la dramática caída y el notable resurgimiento de la superestrella del pop británico Robbie Williams, uno de los mejores showmans de la historia. Bajo la dirección visionaria de Michael Gracey (“El Gran Showman”), la película se cuenta desde la perspectiva única de Robbie, reflejando su inimitable ingenio y su espíritu indomable.
Desde sus primeros minutos, “Better Man” sorprende al espectador con una elección narrativa arriesgada: representar a Robbie Williams como un chimpancé antropomórfico generado por CGI. Esta decisión, lejos de ser un mero artificio visual, profundiza en la autopercepción del artista, quien en múltiples ocasiones se ha descrito a sí mismo como un “mono de feria”, reflejando su sentimiento de ser un “mono de feria”. Este recurso simboliza la deshumanización que puede acarrear la fama y cómo Williams se ha sentido a menudo como un mero entretenimiento para las masas.
La trama nos lleva desde la infancia de Robbie en Stoke-on-Trent, Inglaterra, donde su talento para el espectáculo ya era evidente, pasando por su incorporación a la boy band Take That a los 16 años, hasta su exitosa pero turbulenta carrera en solitario. La película no rehúye mostrar las luchas internas del cantante, abordando de manera honesta sus batallas contra las adicciones y la depresión. La representación de estos demonios personales a través de alucinaciones y enfrentamientos consigo mismo añade una capa de profundidad psicológica que enriquece la narrativa.
La interpretación de Jonno Davies, quien da vida al Robbie simiesco mediante tecnología de captura de movimiento, es notable. Su capacidad para transmitir las emociones y conflictos internos del personaje, a pesar de la barrera tecnológica, es digna de elogio. A su lado, actores como Steve Pemberton (Peter, el padre de Robbie), Alison Steadman (Betty, su abuela) y Kate Mulvany (Janet, su madre) aportan actuaciones sólidas que enriquecen la historia familiar del protagonista.
La dirección de Michael Gracey destaca por su creatividad y valentía al abordar una biografía de manera no convencional. Gracey, conocido por “El Gran Showman”, demuestra una vez más su habilidad para fusionar música y narrativa de forma innovadora, ofreciendo al espectador una experiencia cinematográfica única.
Una reflexión sobre la fama y la autodestrucción
“Better Man” no busca que el espectador simplemente empatice con Robbie Williams; pretende que lo entienda. La película explora cómo la fama puede amplificar las inseguridades y cómo el éxito no siempre es sinónimo de felicidad. Al representar a Robbie como un chimpancé, se enfatiza su sensación de ser menos evolucionado o diferente, una metáfora de su lucha interna y de cómo se percibe a sí mismo en el mundo del espectáculo.
La banda sonora, compuesta por Batu Sener, reimagina éxitos de Williams como “Angels”, “Let Me Entertain You” y “She’s The One”, adaptándolos a las emociones y contextos de las escenas, lo que añade una capa adicional de significado a la narrativa.
A pesar de las críticas positivas y de ganar nueve premios AACTA, incluyendo Mejor Película, “Better Man” no logró el éxito de taquilla esperado, recaudando 20,3 millones de dólares frente a un presupuesto de 110 millones. Este desempeño plantea interrogantes sobre las preferencias del público y si las propuestas más arriesgadas y originales son menospreciadas en favor de narrativas más convencionales.
Con el tiempo, es posible que Better Man sea revalorizada y reconocida como una obra que desafió con valentía las convenciones del cine biográfico musical. Sin embargo, como bien expresó el maestro John Carpenter al reflexionar sobre el tardío reconocimiento de La Cosa como película de culto: “¿De qué me sirve eso ahora? Tendrían que haber ido al cine cuando valía”.
Ficha técnica
- Título original: Better Man
- Dirección: Michael Gracey
- Guion: Michael Gracey, Oliver Cole, Simon Gleeson
- Reparto principal:
- Música: Batu Sener (banda sonora), Robbie Williams (canciones)
- Fotografía: Erik A. Wilson
- Edición: Jeff Groth, Spencer Susser, Martin Connor, Lee Smith, Patrick Correll Duración: 135 minutosS
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