En un universo tan vasto y querido como el de Star Wars, la expectativa de cada nuevo proyecto es altísima, y la posibilidad de desilusión, igualmente grande. The Acolyte, una serie anunciada con gran expectativa como una exploración oscura y diferente dentro de este universo, terminó cancelada después de su primera temporada, sin la posibilidad de una segunda. La pregunta que surge es inevitable: ¿era tan mala la serie como para justificar su abrupto final? Lamentablemente, la respuesta parece ser afirmativa, y las razones son múltiples.

Ambientada en la Alta República, The Acolyte sigue a un antiguo Padawan que se reúne con su Maestro Jedi para investigar una serie de crímenes misteriosos. A medida que descubren la verdadera naturaleza de estos sucesos, se ven arrastrados hacia las oscuras profundidades del Lado Oscuro de la Fuerza, enfrentándose a secretos que podrían cambiar el destino de la galaxia.

Desde un principio, The Acolyte se propuso subvertir las expectativas, llevándonos a una época nunca antes explorada en la pantalla: la Alta República, el período de esplendor de los Jedi. Con una clara inspiración en el cine negro, la serie buscaba presentar un misterio oscuro y retorcido, alejándose del tono aventurero y luminoso que caracteriza a la saga. Esta elección no es, en sí misma, un problema; de hecho, Andor demostró que es posible explorar matices más sombríos dentro de este universo con gran éxito. Sin embargo, lo que funciona en Andor falla estrepitosamente en The Acolyte.

Uno de los principales problemas de la serie es su narrativa torpe y tropezada. Desde los primeros episodios, queda claro que The Acolyte sufre de un guion predecible y personajes superficiales. La serie avanza a trompicones, con una trama que se siente más forzada que fluida, y personajes que parecen sacados de un molde genérico, carentes de profundidad y desarrollo. El intento de Leslie Headland, creadora y showrunner de la serie, de introducir elementos nuevos y frescos en el canon de Star Wars se queda a medio camino, resultando en una historia que ni sorprende ni satisface.

La retrocontinuidad, un recurso arriesgado pero a veces necesario en series que exploran épocas anteriores a la narrativa principal, se convierte aquí en una de las mayores debilidades de The Acolyte. La serie comete el error de alterar elementos fundamentales del canon de Star Wars, lo que resulta en una traición a la esencia de la saga. Un ejemplo que ilustra este punto es la forma en que la serie intenta recontextualizar el misticismo alrededor del nacimiento de Anakin Skywalker, subvirtiendo la visión del Elegido que George Lucas estableció. Este tipo de cambios no solo son innecesarios, sino que también alienan a los fans que valoran la coherencia dentro del universo narrativo.

No es la primera vez que la era Disney de Star Wars tropieza con la retrocontinuidad. Un ejemplo notorio es Han Solo: Una historia de Star Wars, donde se introduce a un androide cuyo chip de memoria se convierte en el sistema de navegación del Halcón Milenario. Este detalle aparentemente inofensivo altera la percepción de escenas cruciales en los Episodios IV y V, generando una desconexión con la trilogía original. Lo mismo ocurre con The Acolyte, donde decisiones narrativas afectan directamente la continuidad de la saga, dejando un sabor amargo en los seguidores más fieles.

Lo que George Lucas pudo haber hecho con C3PO, al hacerlo una creación de Anakin Skywalker en La amenaza fantasma, es criticable, pero se entiende como una licencia creativa del propio creador. Sin embargo, cuando otros autores intentan imponer su visión, como es el caso de Headland en The Acolyte, la respuesta es menos indulgente. La serie no solo despoja a la saga de su misticismo, sino que lo hace con un desprecio que parece sugerir que el equipo detrás de la serie no entiende ni respeta la historia de Star Wars.

Este desprecio se extiende al tratamiento de los Jedi en The Acolyte. La serie presenta a estos guardianes de la paz y la justicia de una manera que contradice todo lo que se ha establecido sobre ellos en el canon. Los Jedi, en lugar de ser los sabios y nobles guerreros que conocemos, son retratados de manera superficial, casi caricaturesca, sin la profundidad y la moralidad que siempre los ha caracterizado. Este tratamiento traiciona la esencia misma de lo que significa ser un Jedi, convirtiendo a The Acolyte en una obra que, más que enriquecer el universo de Star Wars, lo despoja de su identidad.

Al final, The Acolyte no pudo avanzar más allá de su primera temporada, y quizás sea mejor así. La traición a la esencia de Star Wars y la falta de respeto hacia su canon hicieron que la serie fuera insostenible. Disney, una vez más, muestra que no sabe qué hacer con Star Wars, hundiéndose cada vez más en un fango del que parece no poder salir. Al menos, esta traición muere aquí.

Ficha Técnica:

• Título Original: The Acolyte
• Creadores: Leslie Headland
• Director: Leslie Headland
• Elenco Principal: Amandla Stenberg, Lee Jung-jae, Manny Jacinto, Dafne Keen, Jodie Turner-Smith
• Género: Suspenso, Ciencia Ficción
• Número de Episodios: 8 (Cancelada después de la primera temporada)
• Disponible en Disney +