El principal problema de Mundo Jurásico de Colin Trevorrow es que parecía un remake suave de la primera película de Jurassic Park, pero con mucha menos gracia. No es el caso de la secuela, El Reino Caído, que sabe explotar la franquicia de una forma más creativa, sin perder su esencia.

Dirigida por el español J.A. Bayona y protagonizada por el incombustible Chris Pratt, junto a Bryce Dallas Howard, la película conforma un relato muy parecido a El Mundo Perdido de Spielberg, en la que una parte de los protagonistas regresan a la tierra de los dinosaurios, esta vez con el objetivo de salvarlos de una muerte segura debido a la explosión de un volcán.

Sin embargo, la similitud queda ahí, ya que el film a poco andar muestra sus cartas y convence, con una propuesta que hace recordar mucho al trabajo de Spielberg en la cinta original. Si, Bayona copia el estilo, pero lo hace muy bien. Logra escenas de genuina tensión, algunas muy cercanas al horror tipo Alien. Finalmente el desenlace es lo esperable de una película de este tipo, pero aun así funciona bien en el contexto general del film.

En términos de fotografía y efectos especiales, también supera con creces a la cinta anterior. Se siente más realista y la mezcla de efectos prácticos y digitales está bien equilibrada, mostrándose con fluidez el cambio de uno a otro. Es también interesante el cambio de ambientes, ya que Bayona nos lleva del campo abierto de la Isla Nublar a un búnker cerrado en donde se desarrolla la fase final de la cinta. Todo se siente bien planeado, con la toma y el ángulo preciso, lo que denota una muy buena planificación de la acción.

Los temas más profundos que abordó Spielberg en el año 1993 siguen estando presentes y se mantienen como la piedra angular de la saga. Y aunque es un discurso más que debatido a través de las películas y las advertencias de personajes como Ian Malcom que tiene una breve aparición, el guion le da un giro interesante que asegura una larga vida a la franquicia.

En resumen, una película entretenida, que sin acudir a la nostalgia ni ser un calco de la original, logra divertir de buena manera. Supera a la original en todos sus aspectos.

Consejo para los espectadores: quedarse hasta el final ya que hay una escena post créditos, que no dice mucho pero al menos existe.