
Acompáñeme para conocer esta triste historia.
Cuando tenía poco más de diez años, paseaba con mi padre por el centro de Rancagua (mi ciudad natal en Chile, por si usted querido lector es de otro país). Y en la vitrina vi la cosa más espectacular que había visto en mi vida. Se trataba de Optimus Prime, el líder de los Autobots. Rojo brillante, exactamente el modelo de la serie de televisión, que con su voz robótica me pedía a gritos que lo llevara a mi casa. Por supuesto, emocionado a más no poder, lo pedí como regalo de Navidad. Nunca fui un rebelde sin causa y el valor de diez mil pesos de la época me parecía bastante accesible.
Mi padre no pensó lo mismo y el maldito robot fue a parar a las manos de alguien más. Un año después mi madre me regalo un Transformer llamado Gear. El modelo pequeño que aún tengo como recuerdo en una de las repisas de mi casa. Pero ese Optimus Prime aún se me aparece en sueños el muy desgraciado.

Bueno, toda esta larga introducción es para hablar de la serie documental The Toys That Made Us, que estrenó su segunda temporada en Netflix. En ella se nos cuenta la historia de todos esos juguetes que los más viejos ansiamos durante nuestra niñez y que los chicos/chichas de hoy siguen pidiendo. En un estilo ágil y divertido, se nos relata todas los acontecimientos que llevaron a que ciertos juguetes se convirtieran en fenómenos culturales, a pesar de que algunos de ellos estuvieron más de una vez a punto de desaparecer.
¿Sabían que los Transformers nacen cuando Hasbro compró a una empresa japonesa los derechos de unos robots que eran grito y plata en el sol naciente pero que no tenían nada que ver entre ellos? ¿O que Hello Kitty es….británica? ¿O que nadie quería hacer los juguetes de Star Wars y cuándo salió la película no había suficiente oferta y terminaron vendiendo unas cajas con certificados para cobrar el producto un año después?
Todo esto y más se cuenta en una de las series que en lo personal más me he disfrutado de Netflix. Si hasta me he repetido algunos episodios por lo divertidos que son. Incluso algunos son hasta emotivos, como el de los Transformers. Véanlo y después me dicen si no es bonito todo lo que pasó con el creador original y los muchachos de Marvel que crearon la historia.

Así que ya saben. Tanto si tuvieron o no los juguetes, les recomiendo esta serie que es pura nostalgia, pero de la buena.
Un último dato. El bendito Optimus Prime que valía 10 lucas el 84 lo vi en la Comic Con del año pasado en su caja original, en la módica suma de 350 mil pesos.
Algún día…algún día…
