Superman se eleva a punta de espíritu y carisma

La tarea asumida por James Gunn no era menor: revitalizar a un ícono que marcó – y marcó precedente – en la historia del cine de superhéroes. Convertir un gigante de 225 millones de dólares en el fundamento de un universo más amplio, justo cuando el furor del género parecía en retirada, era un desafío mayúsculo. Y, en líneas generales, Gunn logra lo que se propone: devolvernos al Superman que habita en el imaginario colectivo.

La historia: Cuando Superman se ve involucrado en diversos conflictos de alcance global, sus acciones ponen en entredicho su rol como protector. El multimillonario Lex Luthor aprovecha esta oportunidad para manipular la opinión pública y deshacerse del Hombre de Acero para siempre. La intrépida reportera Lois Lane y Krypto, el superperro, deberán decidir si pueden ayudarlo antes de que sea demasiado tarde.

Superman no reinventa el género, pero reubica al héroe en su esencia: poderoso, bondadoso y genuino. Gunn opta por una versión más tradicional, en marcado contraste con la proclive oscuridad que imprimió Zack Snyder. Aquí, el protagonista es altruista por convicción.

Gunn prescinde de una introducción de origen: el film arranca con un Superman ya activo desde hace tres años. Esto permite concentrarse en sus labores heroicas y en la exposición de conflictos contemporáneos, como la invasión de Boravia a Jarhanpur, que resonará con la realidad geopolítica. Sin embargo, aunque interesante en lo conceptual, esta trama se resuelve con pinceladas que resultan algo superficiales. La impresión es que hay varias historias débiles entrelazadas: rescate internacional, sabotaje mediático, dilemas personales…, que dan la sensación de estar cosidas más con pragmatismo que con elegancia narrativa.

David Corenswet se revela como un Superman carismático y confiable: su presencia equilibra escenas de acción espectaculares con momentos pausados de introspección. A su lado, Rachel Brosnahan ofrece una Lois Lane con voz propia, competente y crítica, sin servir como mero soporte narrativo. Nicholas Hoult aporta frialdad e inteligencia en su Lex Luthor, mostrando por qué es el antagonista clásico perfecto. Y la Justice Gang – Nathan Fillion (Guy Gardner), Edi Gathegi (Mister Terrific), Isabela Merced (Hawkgirl), Anthony Carrigan (Metamorpho) – junto con Krypto, logran ensamblarse de modo orgánico sin opacar al protagonista.

La fotografía, a cargo de Henry Braham, y los efectos especiales apuntan al formato IMAX: gran angular inteligente, secuencias de acción nítidas, planos que sacan partido de la escala y la arquitectura de Metropolis. La ambientación remite deliberadamente a la “Edad de Plata” de los cómics (años 50–70): ciencia ficción desenfadada, amenazas mayores que la vida, un heroísmo más luminoso que introspectivo. Con eso, Gunn logra que la estética funcione.

El guion, también obra de Gunn, se beneficia de su experiencia para delinear personajes, pero flaquea en la cohesión global. La idea inicial de dividir la historia en días de la semana, reflejando una semana en la vida de Clark, no llegó al corte final, aunque aún se perciben ecos episódicos. La transición entre los conflictos domésticos y globales a veces resulta abrupta, aunque no lo suficiente como para enturbiar la experiencia final.

Destaca el modo en que Gunn apuesta por una versión más caricaturesca y esperanzadora, libre de heroicidades sombrías o moralidades grises. La película honra la dimensión mítica del personaje y la afianza en la ternura que sugiere la crianza por padres ejemplares. No se trata de la mejor obra en la filmografía de Gunn, pero sí de la más fiel al azul, rojo y amarillo del héroe.

El box office confirma que la estrategia funcionó: debutó con US $217 millones globales (US $122M en EE.UU. y Canadá), superando los US $100M proyectados y recibiendo buena respuesta crítica (82 % en Rotten Tomatoes). El arranque financiero consolida el mando de Gunn y Peter Safran al frente de DC Studios, y demuestra que aún existe apetito por historias optimistas en un momento de saturación del género. Aunque de no lograr los 700 millones finales de taquilla, todo puede ser cuesta arriba.

Superman cumple su cometido con entusiasmo. Hay momentos donde la costura narrativa se descubre, y el guion tal vez no alcanza la profundidad esperada para el momento político que evoca. Aun así, si la propuesta es revivir el espíritu puro del cómic – héroe, aventura y esperanza – lo consigue. David Corenswet, Brosnahan, el villano Luthor, la Justice Gang y Krypto sostienen con solidez una película que no busca complejidad filosófica, sino una experiencia heroica sencilla y reconfortante. En otro contexto, con un tono menos luchado por críticas y polarización, esto bastaría para dejar una sonrisa.

🎥 Ficha técnica

ElementoDetalle
Título originalSuperman
DirectorJames Gunn
GuionJames Gunn
ProductoresJames Gunn, Peter Safran
Reparto principalDavid Corenswet (Superman), Rachel Brosnahan (Lois Lane), Nicholas Hoult (Lex Luthor), Edi Gathegi (Mister Terrific), Nathan Fillion (Guy Gardner), Isabela Merced (Hawkgirl), Anthony Carrigan (Metamorpho), Neva Howell (Martha Kent), Pruitt Taylor Vince (Jonathan Kent), Bradley Cooper y Angela Sarafyan (Jor‑El y Lara)
FotografíaHenry Braham
MontajeWilliam Hoy, Craig Alpert
MúsicaJohn Murphy, David Fleming
Duración129 minutos
PaísEstados Unidos
IdiomaInglés
PresupuestoUS $225 millones
Estreno (EE.UU.)11 de julio de 2025
DistribuciónWarner Bros. Pictures