
En un panorama cinematográfico dominado por producciones de alto presupuesto, “Flow” emerge como una obra maestra de la animación independiente que, con recursos modestos, logra cautivar al público. Dirigida por el letón Gints Zilbalodis, esta película nos sumerge en una aventura visual y emocional que explora la resiliencia, la colaboración y la adaptación en un mundo transformado por el desastre.
La trama de “Flow” se centra en un gato negro que despierta en un mundo completamente inundado, donde la humanidad ha desaparecido. En su búsqueda de refugio, se une a un grupo diverso de animales a bordo de una embarcación improvisada. Juntos, deben aprender a convivir y superar sus diferencias para sobrevivir en este nuevo entorno acuático.
Zilbalodis, además de dirigir, coescribió el guion junto a Matīss Kaža y Ron Dyens. La producción estuvo a cargo de Dream Well Studio, Sacrebleu Productions y Take Five, con una colaboración internacional que abarca Letonia, Francia y Bélgica. La música, compuesta por Rihards Zaļupe y el propio Zilbalodis, complementa perfectamente la atmósfera onírica y melancólica de la película. El diseño de producción y la animación, también a cargo de Zilbalodis, destacan por su estilo minimalista pero efectivo, que transmite una amplia gama de emociones sin necesidad de palabras.
Uno de los aspectos más impactantes de Flow es su capacidad para competir con gigantes de la industria. Mientras que la transformación de Harrison Ford en Hulk Rojo en Capitán América: Un nuevo orden mundial costó 15 millones de dólares por apenas unos segundos en pantalla, Flow fue realizada con un presupuesto total de aproximadamente 4 millones. A pesar de esta brecha de recursos, ofrece 83 minutos de animación de primer nivel y una historia conmovedora que invita a reflexionar sobre el cuidado de la naturaleza, la importancia de las relaciones y la valentía de enfrentar desafíos.

En una época donde la animación generada por inteligencia artificial tiende a ser impersonal y carente de expresión, Flow resalta por su enfoque artesanal y meticuloso. Cada escena refleja el esmero de Zilbalodis, quien ha cuidado hasta el más mínimo detalle para crear imágenes inolvidables. La película nos recuerda que la animación es un medio idóneo para explorar narrativas profundas y significativas.
Aquí no encontraremos animales parlantes ni explicaciones didácticas. En su lugar, la historia avanza mediante sonidos naturales y gestos expresivos, confiando en la inteligencia del espectador para interpretar la trama. Esta apuesta demuestra la solidez del lenguaje cinematográfico de Zilbalodis, quien prescinde de diálogos sin perder claridad ni emoción.
Si bien carece del despliegue visual de producciones como Intensamente 2, Flow logra transmitir emociones genuinas en cada fotograma. Sus personajes se mueven con un realismo que resonará especialmente entre quienes conviven con mascotas. Para quienes no han tenido un animal de compañía, esta película ofrece una experiencia que suple esa carencia con creces.
En esencia, Flow es una celebración de la vida y de los lazos que construimos en el camino. A través del gato protagonista, vivimos cada carrera, salto, zambullida, sueño y pesadilla. La película nos recuerda que, incluso en la adversidad, nuestro mayor tesoro es la vida misma y las relaciones que forjamos.

Ficha Técnica:
- Título Original: Flow
- Dirección: Gints Zilbalodis
- Guion: Gints Zilbalodis, Matīss Kaža, Ron Dyens
- Producción: Matīss Kaža, Gints Zilbalodis, Ron Dyens, Gregory Zalcman
- Música: Rihards Zaļupe, Gints Zilbalodis
- Diseño de Producción y Animación: Gints Zilbalodis
- Duración: 83 minutos
- Países de Producción: Letonia, Francia, Bélgica
- Año de Estreno: 2024
- Clasificación: Apta para todo público