
El cine de Bong Joon-ho se ha construido sobre una base temática sólida: la lucha de clases, la rebelión contra el poder y el absurdo inherente a las estructuras sociales. Con Mickey 17, el realizador surcoreano vuelve a abordar estas inquietudes dentro de un marco de ciencia ficción, siguiendo la línea de Snowpiercer (2013), pero con un tono más ligero y un mayor énfasis en la sátira. Basada en la novela Mickey7 de Edward Ashton, la película nos sumerge en un mundo donde la clonación humana se convierte en la herramienta definitiva de explotación laboral, planteando preguntas incómodas sobre la identidad y la obsolescencia de la individualidad.
La trama sigue a Mickey Barnes (Robert Pattinson), un hombre que escapa de la precariedad en la Tierra aceptando un contrato como “prescindible” en una misión de colonización hacia el planeta Niflheim. Su trabajo consiste en morir: cada vez que una tarea es demasiado peligrosa, su cuerpo es sacrificado y un nuevo clon, con sus recuerdos intactos, toma su lugar. Un empleo que, a simple vista, parece una solución pragmática para la exploración espacial, pero que pronto se convierte en una pesadilla filosófica cuando Mickey descubre que su último reemplazo ha sido creado antes de que él muera.
Aquí es donde Mickey 17 se separa de la clásica historia de ciencia ficción. Bong Joon-ho no se enfoca en la clonación desde un ángulo meramente biotecnológico, sino como un reflejo de las dinámicas de explotación laboral y el descarte de los individuos cuando dejan de ser útiles. La relación entre Mickey y sus superiores está impregnada de la burocracia absurda típica del director, donde la vida humana es una simple cuestión de logística.

Si algo ha caracterizado el cine de Bong Joon-ho es su capacidad para construir mundos creíbles sin necesidad de una sobrecarga expositiva. Desde los primeros minutos, Mickey 17 establece su escenario con precisión: un planeta helado e inhóspito, una colonia humana dividida entre los que tienen poder y los que sirven, y un protagonista atrapado en un dilema existencial que no debería existir.
El tono es más liviano que en Snowpiercer o Parásitos, aunque sigue presente la ironía con la que el director retrata las dinámicas de poder. En este caso, la caricatura es más evidente en personajes como los líderes de la colonia, quienes operan con una lógica absurda pero aterradoramente reconocible. Mientras que en sus películas anteriores estos arquetipos estaban limitados a uno o dos personajes, aquí son más abundantes, reforzando la idea de que la estupidez y la corrupción son fuerzas omnipresentes en cualquier estructura de poder.
Si Mickey 17 funciona es, en gran parte, gracias a Robert Pattinson. Su interpretación es matizada y logra hacer que cada clon se sienta ligeramente diferente al anterior, ya sea por gestos, entonación o pequeños detalles en su postura.
El resto del elenco cumple su función con solidez. Naomi Ackie aporta un contrapunto interesante como Nasha, la pareja de Mickey, mientras que Steven Yeun, Toni Collette y Mark Ruffalo encarnan distintos niveles de cinismo y pragmatismo dentro de la colonia. Sin embargo, la película es completamente de Pattinson, quien demuestra una vez más su versatilidad como actor.

Uno de los aspectos más interesantes de Mickey 17 es que no sigue la fórmula tradicional de la ciencia ficción comercial. A diferencia de lo que sugerían sus avances promocionales, la película no es una historia de acción ni un thriller de supervivencia. En lugar de eso, Bong Joon-ho construye una obra que invita a la reflexión, utilizando el concepto de los “prescindibles” para cuestionar la naturaleza de la individualidad y el valor de una vida en un mundo que solo se interesa por la eficiencia.
Este enfoque puede ser desalentador para quienes esperaban un espectáculo más convencional. Mickey 17 no busca impresionar con grandes secuencias de acción o giros dramáticos inesperados. En cambio, su fortaleza radica en su capacidad para hacer que el espectador se cuestione lo que está viendo. ¿Qué significa ser humano en un sistema que puede replicarte a voluntad? ¿Dónde queda la noción de “yo” cuando cada versión de uno mismo es descartable?
Bong Joon-ho demuestra que puede adaptarse a un formato de industria sin perder su voz. Aunque algunos espectadores pueden encontrarla menos contundente que sus trabajos anteriores, sigue siendo una pieza valiosa dentro de su filmografía. Con una historia intrigante, una construcción de mundo impecable y una actuación destacada de Robert Pattinson, Mickey 17 se consolida como una propuesta diferente dentro del cine de ciencia ficción contemporáneo.

Ficha técnica
- Título original: Mickey 17
- Año: 2025
- Duración: 137 minutos
- País: Estados Unidos, Corea del Sur
- Dirección: Bong Joon-ho
- Guion: Bong Joon-ho (basado en la novela Mickey7 de Edward Ashton)
- Música: Jung Jae-il
- Fotografía: Darius Khondji
- Reparto principal:
- Robert Pattinson como Mickey Barnes
- Naomi Ackie como Nasha Barridge
- Steven Yeun como Timo
- Toni Collette como Ylfa Marshall
- Mark Ruffalo como Kenneth Marshall
- Productoras: Plan B Entertainment, Offscreen, Kate Street Picture Company
- Distribuidora: Warner Bros.